La cesta de mantenimiento de puentes se ha convertido en un asistente indispensable para garantizar la operación segura de estas estructuras. Desempeña un papel insustituible en numerosos escenarios de mantenimiento.

Los puentes transfluviales de China presentan grandes longitudes y estructuras complejas. Antiguamente, el personal realizaba las operaciones de mantenimiento mediante métodos tradicionales, lo que resultaba ineficiente y conllevaba riesgos de seguridad. Tras la introducción de las cestas de mantenimiento, la situación mejoró notablemente. Ahora los técnicos acceden fácilmente a cada componente crítico del puente mediante estas plataformas, ya sea para detectar fisuras en los laterales o inspeccionar la estructura inferior, con capacidad de posicionamiento preciso. El diseño estable de la plataforma proporciona un espacio de trabajo amplio y seguro, permitiendo mayor concentración en las tareas y mejorando significativamente la eficiencia.

En el mantenimiento de puentes carreteros en zonas montañosas, donde la orografía compleja dificulta el acceso de maquinaria pesada, destacan las ventajas de las cestas ligeras y flexibles. Estas pueden instalarse rápidamente adaptándose al terreno circundante. Mediante control preciso, la cesta se aproxima a barandillas, pilares y otros elementos para realizar inspecciones integrales y mantenimiento, garantizando la estabilidad de los puentes montañosos y la fluidez del tráfico.

En proyectos de rehabilitación de puentes antiguos, las cestas también demuestran un rendimiento excepcional. Facilitan al equipo de construcción la remoción eficiente de componentes deteriorados y la instalación precisa de nuevos elementos. Sus características de altura y ángulo ajustables satisfacen los requerimientos de diferentes procesos constructivos, acelerando significativamente los trabajos de renovación, revitalizando estructuras antiguas y prolongando su función protectora del tránsito ciudadano.